Saber escuchar al mercado es una tarea complicada. No es fácil saber lo que realmente necesitan los clientes, porque simplemente en demasiados casos ellos mismos tampoco lo saben. El trabajo de una comunicóloga es aprender a escuchar al cliente y al mercado.
¿Qué herramienta tenemos en una agencia para escuchar al mercado?
1) La observación. Es el elemento más importante para aprender lo que nos rodea. Trabajar con distintos tipos de clientes, nos da la oportunidad de observar y estar presentes en un mercado globalizado y cambiante. De la observación sacamos indicios que posteriormente son analizados con nuestros técnicos y comentados a nuestros clientes.
2) La investigación. Desde pequeñitos nos han dicho que para aprender teníamos que escuchar y preguntar a nuestros profes. Ahora hemos cambiado a los profes por los clientes. Una buena investigación se basa principalmente en investigar y preguntar a los clientes objetivos sobre lo que les gusta y lo que no les gusta sobre el producto, pero sobre todo saber cómo quieren estar informados. Lo más importante de una investigación es analizar los resultados y tomar las decisiones adecuadas. La información que se desprende de las investigaciones de mercado sirven para conocer lo que demanda el cliente, cómo percibe a la empresa, su nivel de satisfacción, las fuentes de información que utiliza, los temas que le sensibilizan o qué acciones futuras debería de emprender la empresa.
3) Nuestra experiencia de estar desde hace más de 25 años observando el mercado en los sectores locales más representativos. Tenemos la información que hemos ido almacenando y sabemos lo que necesita el cliente y cómo conseguirlo.
4) Bases de datos procedentes de los distintos medios de comunicación que nos indica el tipo de cliente que lo utiliza, de esa forma rápida y veraz. En la agencia aplicando la información de las investigaciones sabemos qué canales utilizar para comunicarnos con los clientes y ofrecerles lo que esperan de la empresa.
En Quienesquien nuestro trabajo empieza escuchando al cliente. ¿Hablamos?