¿Está bien engrasada tu maquinaria?
El Doctor Ata Poruamini propone un sencillo decálogo para conocer las necesidades del cuerpo y llevar una vida saludable.
Imagina por un momento que tu cuerpo es un coche, ¿irías a 120 en segunda? ¿Rayarías la carrocería? ¿Mezclarías diesel y gasolina? Si la respuesta es no, sigue leyendo.
En la carretera nos enfrentamos diariamente a una serie de normas y señales, advertencias de todo tipo y clases: iconográficas, visuales o sonoras; algunas de sus principales funciones son las de avisar, aconsejar o prohibir, en definitiva, fomentar la seguridad del usuario. Hay que admitir sin embargo que no siempre se cumplen las normas a rajatabla o se siguen este tipo de señales, es entonces cuando entran en juego las odiosas multas, la temida retirada de puntos o peor aún, los accidentes.
Prestar atención a las necesidades y señales del organismo
Cuando las señales se dirigen a ti, ese coche es tu cuerpo y la carretera tu vida ¿Realmente correrías el riesgo de averiarte por ignorar las advertencias y demandas de tu organismo? En el mejor de los casos se pueden reparar las piezas rotas, o desecharlas si son completamente inservibles, pero ¿y si no hay solución, y si la rotura es definitiva? A nadie le gusta mencionar la palabra desguace.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, define la salud como “un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades.” Es decir, la salud no es la ausencia de algo negativo sino la producción de algo positivo: la conquista del bienestar personal en todos sus aspectos. La medicina es la ciencia dedicada al estudio de la vida.
El Doctor Ata Poruamini, autor del libro “Tú eres tu medicina”, propone desde las páginas de su obra una serie de herramientas para una vida sana: Nutrición, deporte, yoga y/o la quiropráctica.
Mejorar el chasis, la carrocería o el habitáculo, depende únicamente de un breve decálogo en donde se enumeran los siguientes consejos. Evitarás pasar por chapa y pintura a corto plazo:
1. Realiza actividad física todos los días. No solo para ponerte en forma sino para mejorar tu salud en general.
2. Elimina adicciones que te hagan la sangre más ácida, como fumar, el café, alcohol, drogas o pastillas.
3. Practica deportes y ejercicios que te enseñen a respirar con tu abdomen de forma profunda. El deporte, la meditación, los estiramientos posturales y la Quiropráctica ¡te harán respirar mucho mejor!
4. Bebe mucha agua. El 70% de tu dieta debería consistir en comida rica en agua; es decir, come verduras y frutas a diario.
5. Nutre tu cuerpo con comidas frescas llenas de vitaminas, minerales, enzimas y grasas omega -3.
6. Elimina las grasas procesadas, como por ejemplo la margarina. Consume aceite de oliva.
7. Elimina o minimiza la carne en tu dieta.
8. Elimina o reduce la ingesta de productos procesados y lácteos.
9. Mejora tu postura: un buen soporte estructural es fundamental para la salud. El yoga, Pilates, la Quiropráctica y las terapias manuales pueden ayudarte.
10. No olvides que la mente manda sobre el resto del cuerpo: aprende a meditar y cultiva una actitud positiva.
“Tú eres tu medicina” ofrece también solución a esas preguntas sin respuesta: ¿Por qué algunas personas enferman y otras apenas lo hacen? ¿Por qué hay gente que tiene cincuenta años y parece tener setenta, y a la inversa? ¿Es realmente la leche beneficiosa para los huesos? ¿De dónde proceden la salud y el bienestar? ¿Por qué sigo engordando aunque haga dietas?
Y recuerda, nadie mejor que tú para una buena puesta a punto, engrasar la maquinaria y favorecer el adecuado funcionamiento de la misma.
Un libro muy interesante , ideal para este verano !