Las redes sociales nos conectan, nos inspiran y nos permiten compartir experiencias, pero también pueden convertirse en terreno fértil para estafas, robos de identidad y engaños digitales. Y lo preocupante es que las personas mayores de 60 años son uno de los colectivos más vulnerables ante estas amenazas.
En este artículo te cuento mi propia experiencia tras sufrir un hackeo en TikTok y reflexiono sobre cómo prevenir que algo así te ocurra. Porque tener más de 60 no significa estar fuera del mundo digital, sino aprender a navegarlo con seguridad.

Los riesgos más frecuentes en redes sociales
Las estafas y engaños digitales evolucionan cada día, pero hay algunos riesgos comunes que conviene conocer:
1. Ingeniería social
Es la técnica más habitual. Los estafadores no atacan la tecnología, sino la confianza de las personas. Te envían mensajes que parecen legítimos, usan un lenguaje urgente o se hacen pasar por una red social oficial.
2. Suplantación de identidad
Se crean perfiles falsos que imitan a amigos, familiares o incluso a ti mismo. Su objetivo es robar información, dinero o simplemente engañar a terceros usando tu imagen.
3. Phishing y enlaces sospechosos
Correos, mensajes privados o webs que parecen reales, pero esconden trampas. Con un clic pueden robarte contraseñas, instalar virus o tomar el control de tu cuenta.
4. Códigos de verificación
El talón de Aquiles de muchas víctimas. Los hackers te convencen para que les compartas el código que llega a tu móvil, y con eso tienen acceso total a tu cuenta.
¿Por qué somos más vulnerables después de los 60?
- Menor costumbre digital: quienes no han crecido con la tecnología pueden tener más dificultades para detectar engaños.
- Confianza en la “autoridad”: si el mensaje parece oficial, tendemos a creerlo.
- Aislamiento social: algunas personas mayores buscan conexión en redes y pueden caer en trampas emocionales.
Las consecuencias van más allá de lo digital
Ser víctima de un hackeo o una estafa online no es solo un problema técnico. Tiene un fuerte impacto emocional:
- Sentimiento de invasión y vulnerabilidad.
- Pérdida de recuerdos (fotos, vídeos, mensajes).
- Desconfianza en la tecnología, lo que limita la conexión con familiares, amigos y comunidades online.
Consejos prácticos para protegerse
Aquí van algunas medidas sencillas que marcan la diferencia:
- Nunca compartas códigos de verificación.
- Activa la verificación en dos pasos en todas tus cuentas.
- Usa contraseñas seguras y diferentes para cada red social.
- Desconfía de mensajes urgentes o con presión.
- Comprueba la dirección del remitente antes de hacer clic.
- Guarda copias de seguridad de fotos y vídeos fuera de la plataforma.
- Infórmate y comparte estas prácticas con amigos y familiares.
Un tirón de orejas a las plataformas
Las grandes redes sociales deberían ofrecer canales de atención humana y accesibles. No todo puede resolverse con bots automáticos, y mucho menos cuando se trata de personas vulnerables. Reclamar más responsabilidad y acompañamiento es un paso necesario.
La edad no es un obstáculo, la falta de información sí
Usar redes sociales después de los 60 no debería ser un motivo de miedo. Al contrario, son una ventana al mundo. Pero como en cualquier lugar concurrido, conviene estar atentos y no confiar en cualquiera.
👉 La clave está en informarse, prevenir y compartir lo aprendido.
Porque en internet, igual que en la vida, la experiencia es la mejor protección.
💡 Checklist de seguridad para mayores de 60 en redes sociales
✅ Contraseña segura
✅ Verificación en dos pasos activada
✅ Nunca compartir códigos
✅ Copia de seguridad hecha
✅ Desconfiar de urgencias
He vivido en primera persona lo que significa que te hackeen una cuenta y te arrebaten años de trabajo, vídeos, recuerdos y hasta tu propia imagen. La sensación de impotencia y de invasión es enorme, y entiendo perfectamente a cualquiera que haya pasado por lo mismo. Pero también me ha servido para reforzar mi idea: la edad no nos hace más frágiles, lo que nos hace vulnerables es la falta de información y de apoyo real. Por eso escribo esto, para que otras personas mayores de 60 no tengan que vivir lo que yo viví y puedan disfrutar de las redes con seguridad y confianza.