“Nunca antes en mi vida una mirada me había inspirado tanto. Era la mirada de la experiencia, del tiempo, de la sabiduría pero también de las ganas y del fuego” Gracias María H. por traspasarme con tus pequeños ojos azules.
Hace tiempo ya escribí en mi antiguo blog sobre las posibilidades laborales de los mayores de 45 años en nuestros tiempos. Según datos del Observatorio de población activa en el primer trimestre de 2013 el 38% de la población activa son personas mayores de 45 años. De este porcentaje, que supone unos 6 millones de personas en edad de trabajar en esa franja de edad, 1.672.072 están desempleadas.
Hace tiempo ya escribí en mi antiguo blog sobre las posibilidades laborales de los mayores de 45 años en nuestros tiempos. Según datos del Observatorio de población activa en el primer trimestre de 2013 el 38% de la población activa son personas mayores de 45 años. De este porcentaje, que supone unos 6 millones de personas en edad de trabajar en esa franja de edad, 1.672.072 están desempleadas.
Parece que una gran cantidad de talento simplemente se hace invisible, se olvida o dejar de ser tenido en cuenta por el mero hecho de que ya han caído muchas primaveras en sus calendarios personales, porque ya no responden al estereotipo de profesional joven y de éxito que se nos presenta a través del cine, los medios masivos de comunicación y que acaba formando parte del inconsciente colectivo.
Sin embargo, desde el nuevo paradigma profesional de esta nueva era del conocimiento o del aprendizaje (permanente) como lo denominó Jose Antonio Marina en su columna del periódico El Mundo, el talento SENIOR tiene mucho que decir. Es más, si hay una dimensión que puede dar solidez y solvencia a una marca profesional o personal ésta es el TIEMPO, pues como vengo defendiendo desde hace tiempo una marca personal es un PROCESO que requiere unas altas dosis de esfuerzo y compromiso con uno mismo y con un proyecto profesional, que ha de seguir una línea ascendente en conocimiento, relevancia y grado de contribución al entorno.
Pero hay más, creo que las empresas que apuesten decididamente por integrar en sus equipos a personas de distintas generaciones y edades serán empresas triunfadoras. Hay algunas razones por las que creo que contar con MARCAS PERSONALES SENIORS es una apuesta ganadora, pues en muchos casos nos encontramos con el siguiente perfil entre los que superaron la barrera de los 50:
- Profesionales altamente cualificados y que siguen manteniendo actualizados sus conocimientos y habilidades (gracias a las investigaciones sobre neuroplasticidad, además sabemos que está científicamente comprobado que podemos aprender a lo largo de toda la vida).
- Valores, objetivos y proyectos vitales más claros y consolidados, o lo que es lo mismo, una identidad profesional definida que nos permite valorar mejor la adaptación del profesional con nuestro proyecto.
- Por supuesto, el valor de la experiencia, o mejor dicho de las experiencias. La mayor diferenciación de una marca personal o profesional viene marcada por el cúmulo de experiencias vividas y el poso que cada una de ellas va dejando en las personas que las han experimentado.
- Profesionales seniors que gozan de buena salud, que dedican tiempo a practicar deporte y que asumen estilos de vida saludable…es decir, profesionales SANOS, ACTIVOS, con GANAS…
Animo desde aquí a tantos profesionales que ya cruzaron la barrera de los 50 a seguir desarrollando sus marcas personales, a seguir apostando por el desarrollo profesional y por el aprendizaje permanente, a vencer prejuicios y estereotipos y dar visibilidad a su identidad profesional por todos los medios a su alcance. No podemos permitirnos PERDER tanto talento sólo por una fecha en el DNI.
Animo, así mismo, a las empresas a no discriminar ni filtrar candidatos por la edad, a permitir a los profesionales de más de 50 expresar su talento y promover una cultura corporativa donde puedan convivir profesionales de distintas generaciones y edades aportando visiones y formas de hacer sin duda complementarias.