El poder del lenguaje: cómo combatir el edadismo hacia las mujeres mayores

En nuestra sociedad, el lenguaje es uno de los vehículos más poderosos para transmitir ideas y, a menudo, perpetuar prejuicios. En el caso del edadismo, especialmente hacia las mujeres mayores, las palabras no solo reflejan discriminación, sino que la refuerzan de manera cotidiana y casi invisible.

Frases como “¿Eres jubilada?”, “Para tu edad te ves muy bien” o “¡Qué valiente por hacer esto a tu edad!” pueden parecer inofensivas, pero llevan implícitos estereotipos que encasillan a las mujeres mayores en roles limitantes. Este tipo de expresiones refuerza la idea de que las capacidades y la valía personal disminuyen con el paso del tiempo.

Edadismo y sexismo: un doble filtro discriminatorio

Si bien el edadismo afecta a todas las personas mayores, las mujeres lo sufren con mayor intensidad por la intersección entre edad y género. En muchos contextos, se espera que desaparezcan socialmente al llegar a cierta edad, quedando invisibilizadas en sectores como la moda, el empleo o incluso en los medios de comunicación.

Según datos recientes, el 50 % de las personas mayores en España han sentido discriminación relacionada con la edad. Sin embargo, en el caso de las mujeres, esta cifra es aún mayor debido al lenguaje condescendiente o infantilizador que las rodea.

Imagen creada con CHAT GPT

Frases que podemos cambiar y cómo hacerlo

Aquí tienes una lista de expresiones cotidianas y cómo transformarlas para promover un lenguaje más inclusivo y empoderador:

  • “¿No te parece tarde para empezar algo nuevo?”“¡Qué fantástico que sigas aprendiendo y creciendo!”
  • “Para tu edad estás genial”“Estás genial, punto.”
  • “Eres demasiado mayor para vestir as픓Tu estilo es único y personal.”
  • “¿Todavía trabajas?”“Cuéntame más sobre lo que haces ahora.”
  • “Es increíble que viajes sola a tu edad”“¡Qué inspirador que sigas explorando el mundo!”
  • “¿A tu edad estudiando Photoshop?”“Nunca es tarde para aprender algo nuevo y apasionante.”
  • “¿Vas a clases de cerámica y pintura cada semana?”“¡Qué maravilla que te mantengas activa y creativa!”
  • “¿Sigue pintando con 92 años?”“Qué admirable que tu pasión no tenga fecha de caducidad.”

El poder de cambiar el discurso

Cambiar nuestra forma de hablar es uno de los primeros pasos para combatir el edadismo. Adoptar un lenguaje inclusivo nos ayuda a deshacernos de prejuicios y a cambiar la mentalidad colectiva. Las palabras son poderosas: si las usamos para empoderar en lugar de limitar, contribuimos a una sociedad más igualitaria.

Reflexión final: el lenguaje importa

Si queremos construir una sociedad más inclusiva y justa, es esencial que cuidemos nuestro lenguaje y revisemos las frases que utilizamos en el día a día. Reconocer el valor de las mujeres mayores, más allá de estereotipos, nos permite evolucionar y crecer como comunidad.


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